17 julio 2006

El Gobierno vasco incumplió los protocolos tras detectar la gripe aviar

El Gobierno vasco tuvo sus primeras sospechas de un posible caso de gripe aviar -el primero de España- el pasado 30 de junio, después de analizar un ave muerta encontrada en Álava. Ese mismo día debería haber establecido, de acuerdo con el protocolo de actuación fijado por la Comisión Europea en febrero de este año, una zona de protección en un radio de tres kilómetros, y otra de vigilancia de 10 kilómetros, algo que no se hizo hasta una semana después, cuando el laboratorio de Madrid confirmó el caso. Tampoco se lo comunicó al Ministerio de Agricultura.

El laboratorio vasco de referencia (Neiker) confirmó el día 30 de junio por la tarde, las sospechas de haber encontrado el virus H5N1 en un somormujo muerto en el humedal de Salburua, próximo a Vitoria, según consta en su informe. El protocolo comunitario señala que a la primera sospecha hay que establecer zonas de protección y de vigilancia. Sin embargo, el Gobierno vasco no las impulsó hasta una semana después, cuando tuvo la confirmación definitiva por parte del laboratorio de Algete (Madrid) de haber encontrado el virus de la gripe aviar.

La Comisión Europea, en su decisión de 16 de febrero, es clara: "Cuando se haya aislado un virus H5 y a la espera de que concluya la determinación [el N] se deberán aplicar determinadas medidas de protección para minimizar el riesgo en la zona". El primer análisis en el País Vasco ya detectó el H5N1. Pero sólo después de siete días, se pusieron en marcha las zonas de protección y vigilancia, se analizaron aves vivas y muertas, se controlaron explotaciones avícolas en la zona y se inmovilizaron las aves.

El Gobierno vasco excusa el retraso. Dice que no quería alertar innecesariamente a la población. Además, quería contrastar los análisis de Neiker con otros laboratorios, porque el cadáver del somormujo estaba, aseguran, "en un avanzado estado de descomposición". Según el informe de Neiker, el 1 de julio se envió una muestra al Centro de Sanidad Avícola de Cataluña (CESAC) en Reus. El 3 de julio fue analizada y al día siguiente, por la tarde, se confirmó la sospecha. El miércoles 5 de julio por la mañana, cinco días después de que se encontrase el ave muerta, el Gobierno vasco se lo comunicó a la Diputación de Álava, que es quien tiene las competencias de campo y veterinarias para actuar en la zona.

Pero tampoco se pusieron entonces en marcha las medidas previstas en el protocolo. El jueves por la noche, 6 de julio, el Gobierno central se enteró del posible caso de gripe aviar.
El Departamento de Agricultura vasco da versiones contradictorias de su actuación. Asegura que el área fue protegida "desde el momento en que se sospechó que podía haber un virus".

Sin embargo, no cuenta con los medios para hacerlo, que corresponden a la Diputación de Álava. Y además, señalan que las zonas de seguridad no se podían activar hasta que el Ministerio de Agricultura confirmase de forma oficial los análisis, el viernes 7 de julio. Un portavoz del Departamento de Agricultura vasco argumenta que no es la primera vez que hay sospechas: "Se hacen análisis a muchas aves, aunque es la primera vez que se encuentra la cepa H5N1".

El laboratorio vasco tampoco identificó al particular que llevó el somormujo muerto. Aseguran que los laboratorios no recogen "nunca" los nombres de la gente que entrega las aves. "A Neiker le da igual si llega de un particular, de un anillador o de un cazador".

En el ministerio no comparten esta versión y dudan de que "no haya que identificar" a quien entrega un ave muerta. De ser así, en el caso del somormujo de Álava parece improbable que se puedan tomar las medidas que el ministerio establece en su manual de operaciones contra la gripe aviar: realizar un análisis clínico "al responsable de la explotación". En este caso, al que entregó el ave.


Fuente: El País

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal