16 enero 2006

Jefe de la misión internacional de la OMS sobre la gripe aviar en Turquía : "Cada vez que se contagia un humano nos arriesgamos a que el virus mute"

Guénaël Rodier, francés de 49 años, es el jefe de la misión internacional conducida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Turquía para hacer frente a la expansión de la gripe aviar. Rodier tiene un pequeño despacho en la sede de Naciones Unidas en Ankara, en el que el teléfono suena sin parar. A pesar de la gravedad de la presente crisis, no pierde la calma ni la sonrisa. Está convencido de que, al menos en Turquía, lo peor ya parece haber pasado. Al menos por ahora.

- ¿Considera que finalmente la situación en Turquía está bajo control?
- No decimos exactamente que está bajo control, pero sí que la evolución es satisfactoria. Los focos que tenemos pueden ser controlados, uno por uno, sin grandes dificultades al eliminar a los animales enfermos, desinfectar casas, etcétera. No hay razones para pensar que no va a ser así. Pero el reto no es controlar estos pequeños focos, sino evitar nuevos. Tenemos muchos brotes porque la población animal es muy amplia y también el número de infectados. Para evitar que infecte a los humanos, hay que detener primero la enfermedad en los animales, pero va a llevar tiempo.

- ¿Cuenta con que va a haber nuevos casos de personas enfermas?
- Es complejo. Tenemos confianza en la educación pública para evitar más infecciones en humanos, pero esto exige modificar comportamientos y es difícil de un día para otro. También exige tiempo, al igual que el control de las aves. Por tanto, no nos sorprenderá encontrar nuevos casos similares a los que hemos tenido hasta ahora. No deberíamos pensar que se van a cortar de repente, aunque no hay ningún elemento que apunte hacia una explosión de casos.

- Si prevé que aumenten las personas infectadas, ¿cuenta también con que pueden aumentar los muertos?
- No necesariamente. Aquí sólo ha habido muertos en los primeros casos, que fueron imprevistos. Ahora la gente está mucho más atenta y lleva a los niños al médico antes. Vemos a los pacientes antes, cuando todavía pueden tratarse... Esto es una muy buena señal. Si se observan las tres muertes, todas de la misma familia, vemos que transcurrió mucho tiempo antes de que recibieran asistencia médica porque aún no se habían dado casos anteriores. Espero por tanto que esto ya no volverá a suceder.

- ¿La vida de alguno de los enfermos corre peligro?
- Ahora mismo, no. Esto no asegura que no vaya a cambiar, pero por ahora nadie está en una situación crítica. Tenemos confianza en que no habrá más muertes.

- Se han escuchado algunas voces críticas con la reacción de las autoridades turcas. ¿Cuál es su opinión?
- Estoy muy impresionado por el trabajo turco. La reacción ha sido rápida, pese a la lejanía entre los focos, separados por centenares de kilómetros. El hospital de Van (donde la OMS tiene un equipo desplegado) recibió todo el material que se necesitaba con rapidez. Se ha hecho un buen trabajo para aislar focos. No hay dudas de que la respuesta ha sido buena. Además, las autoridades turcas han estado muy abiertas a trabajar con la comunidad internacional para aprovechar la experiencia de Asia.

- Si la respuesta sanitaria que ha dado Turquía ha sido tan buena, ¿por qué entonces se ha extendido con una velocidad desconocida hasta ahora?
- Lamentablemente, no lo sabemos. Los focos detectados parecen independientes; no somos capaces de ver cómo han pasado de un sitio a otro. Y obviamente no son independientes; tiene que haber algún contacto en algún lugar. Pensamos que hay que buscarlo en los animales infectados. La enfermedad está muy extendida entre los animales, mucho más de lo que al principio creíamos. La interacción tan cercana entre los niños y los animales puede estar relacionado con algo nuevo y una explicación posible puede ser el invierno: ante el acoso del frío, en muchos lugares se meten las aves a casa. Puede que la explicación sea tan simple como ésta: el frío.

- Se ha apuntado que quizá ahora se está descubriendo la enfermedad en personas antes incluso de que se expresen síntomas, lo que explicaría en parte que haya tantos casos en tan poco tiempo. ¿Qué opina al respecto?
- Es improbable. No lo creo, francamente, aunque todavía no tenemos conclusiones tajantes. Estamos en trabajos preliminares.

- ¿No ha habido mutación en el virus?
- Por ahora, no. Todo parece indicar que no, y no tenemos ninguna evidencia que apunte siquiera a que puede haber una transmisión entre personas. No hay ningún elemento, aunque lo hemos estudiado. Nuestra obligación es comprobarlo y por ahora los resultados son negativos. Eso sí, hay que limitar al máximo la infección en humanos. Cada vez que se contagia un humano nos arriesgamos a que el virus se adapte y mute.

- ¿Puede darse por seguro que la enfermedad es exactamente la misma que en Asia?
- Parece la misma, sí. Sin embargo, no podemos hacer todavía grandes previsiones ni sacar conclusiones tajantes. Lamentablemente, hoy todavía no podemos contestar con total certeza a estas preguntas. Seguimos estudiando.

- En animales la gripe ya ha saltado a Rumania y a otros países de la Europa continental. ¿Cómo detenerla?
- Es fundamental el control de las aves y la educación de la gente, especialmente de los niños. El peligro está muy presente en muchos sitios y es importantísimo actuar ahora, sin esperar a que aparezcan casos en humanos para empezar a moverse. Hay mucha gente implicada y deben estar alerta por el riesgo que supone, tanto para ellos como para los niños, estar cerca de pollos que parecen enfermos o incluso muertos. Sin ser ninguna pandemia, se trata de algo muy importante y serio.

- La entrada del virus a la Unión Europea parece sin embargo que sea sólo cuestión de tiempo.
- Para ello necesitaría un huésped. Las aves y un huésped que facilite su entrada. No es tan automático. Las condiciones son muy distintas. En la UE es menos común que la gente tenga pollos en casa. Si esto sucediera sería más fácil que existiera este huésped. Otro aspecto clave es responder ya ante los primeros síntomas en animales. Si un granjero observa que se le mueren los pollos y los entierra por sí mismo puede ser un problema. ¡Estaríamos ciegos si no se informara con claridad y rapidez! También es fundamental controlar el tráfico de animales y el contrabando. La posibilidad existe incluso para España, que está en el extremo occidental de la UE. No podemos decir que las posibilidades de entrada de la gripe aviar sean cero ni siquiera para España.

- ¿Qué opina de los que sugieren que debe evitarse viajar a Turquía?
- No tiene ningún sentido. Sólo hay que tomar precauciones muy elementales: no tocar animales muertos, por ejemplo. Las precauciones son algo habitual si viajas. Si vas a Senegal, sabes que hay malaria, pero no dejas de ir: tomas precauciones. Pues aquí lo mismo.

Fuente: El País

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